El no amanecer del rostro.

Mis brazos al sol y los vi hermosos en el todo del conjunto, hermoso el cromo negro en mi piel blanca, hermoso el viento en carne desnuda, erizando el pelo cada metro, hermoso lo férreo, hermoso y mío, sobre todos, apártense! Que solo esto ya mereció la palabra libertad.

Uno siempre fuerza la perfección en lo que ama, desgraciadamente esa perfección es un tercio fantasía, otro tercio realidad y finalmente el último tercio consentimiento.

Me quieres extirpar cualquier rastro de sentimiento, quedarme en el absurdo de simplemente estar, hibernar sonrisas para no gastarlas nunca, alquilando momentos en los sueños pues el tiempo de la realidad ha sido una hipoteca a largo plazo, que la desgana gane, que el coraje sustente una rabia sin entusiasmo, que no tenga piel en el tacto, ni siquiera ojos contemplando tu abrupto y bruto camino.

El olor de mil civilizaciones como aire caliente por mi sudor esta noche, no hay luz sino sonidos, que tan húmeda es la sangre y el blanco de los ojos.
De lo emotivo a la decadencia, quilates de asfixia, diagnósticos sin sobrecogimiento, saturado de vacios. 

Nunca he comprendido el partirse en trozos uno mismo, deshacerse en algo inconsistente para encontrar un mundo más ancho, no va florecer nada en el desierto por mucho espacio que acapares en tus pequeños restos diseminados de personalidad rota.

Todo se gasta y yo me gastaría contigo..Hasta las cenizas.

Frente a un mundo en minúsculas.

Quien no se conforma con su soledad es que espera más de los puercos.

Siento nauseas, por todo lo expuesto de todo el mundo, en todas partes.

Frente a la necesidad todo es un engaño.