Hay que buscar la gran belleza y conservarla dentro de ti como tu propio grial

¿Qué sería de la vida sin ese perfume momentáneo que te hace elevarte en el centro de todo significado?  No dependo de la fealdad ni la vulgaridad de los hombres, de sus reacciones o actitudes, de su fea mueca para pensar en ellos más de un instante resuelto por mi arrojo. La música es interior como irradiar en un cuarto oscuro, solo tú cerrando los ojos puedes cegarte de tanta luz. Estoy para sentir lo que se lleva en la sangre, esa especie de sensibilidad que me hace flotar encima de las acequias, esos momentos donde veo lo que es bello y nada me lo puede negar, será la verdad de todo esto, será tener consciencia de la belleza en su estado puro. No tenéis que engañarme pues no creo en vosotros, nada de eso ya me amarga, ni el conocimiento de la falta ni el sonido hueco de vuestras palabras, he decidido ver la grandeza pues existe y ponerla en el sitio más elevado. No necesito más miles de derrotados pues encontré mi victoria ajena a todo el murmullo de los huidos. Escucho las olas cuando lo deseo y veo el cosmos girar en su manto eterno, todo ello retenido en una melodía pura como banda sonora de lo esencial.

Espero adentrarme cada vez más en ello, sentir el vaivén del significado pleno, de que vale, es, perdura y es bello, lo hay, lo es, está presente y está envuelto en el fondo de quien sea capaz de sentirlo.