wolfmon

“Si fueseis del mundo, el mundo amaría lo suyo pero porque no sois del mundo sino que yo os escogí del mundo, por esto el mundo os aborrece”.(San Juan 15:19) Odi et amo. Quare id faciam, fortasse requiris... nescio, sed fieri sentio et excrucior.

miércoles, 22 de enero de 2014



Tú piensas bien por ser yo y yo debo pensar bien por ser tú, ok hasta ahí entiendo tu mensaje pero de pensar bien no se vive o nutre uno, como te dije en la vida no importan como son las personas si son buenas o malas sino lo que te dan, la forma de que te lo dan y cuanto te dan,  también que privilegios o en qué posición les tienes respecto  a otros, eso es a lo que se resume el trato con la gente, sea familia, amigos o parejas.


¿Sabes donde vivimos? Donde todo es traicionado, donde todo es fútil, donde todo perece.

domingo, 19 de enero de 2014



Nada sirve para nada o algo sirve nada, todo sirve para nada, según se mire todo acaba en la nada ¿Cuáles son los resultados de sumar cero? 
¿Cuántos ceros hay? El resultado de sumar, restar o multiplicar será siempre el mismo, si juegas con la nada te dará de premio la nada, la nada es cualquier cosa que no perdura, no vale, no es y puede reflejarse al momento o mucho después en el tiempo, por muchos ceros que tengan de adorno con sus palabras o sus acciones el resultado es cero sin sumar ni restar nada, por ello el resultado de una inversión será nada por el simple hecho que nunca hay un resultado que valga para sumar nada, ante esto 
¿Podemos equiparar a las personas como ceros? Pues todo depende del resultado de toda la suma, resta, división o multiplicación de su interactuación contigo, si después de todo el resultado sigue siendo tu mismo y nada más ni menos que tú mismo sin rastro de la otra persona entonces podremos asegurar que esa persona es un cero y que su trato es nada.

lunes, 13 de enero de 2014

domingo, 5 de enero de 2014

Cuando ya no pesan las piedras ni flota el aire, me explicarás qué nos queda sino una mirada que no sea al vacío. Me dirás dónde quedan los sueños, esos los que nos abrigan para no sentirnos en este suelo, dónde ha quedado la piel, el resplandor de los reflejos del sol en ella y tu cabello hondeando nuestra bandera.

Quizás ser un inadaptado social es el único recurso que queda para asegurarse tener algo de verdadera humanidad para uno mismo.