Siempre soñando y el sueño me come
la vida, paralizado e inerte en la realidad, corriendo en planos impalpables o
imposibles, siempre elevado en el deseo. No voy a aterrizar ni quiero
aterrizar, posiblemente me hunda en el
fango de los días con la sensación que aún estoy arriba porque la vida es más
allá que una realidad, es un deseo o no es vida. No voy a ser lo que la
realidad quiera, no voy a ser lo que la derrota pida, no voy a ser los que
aceptan creer que vivir es lo que tienen y lo que reciben. Los procedimientos
no le sirven a las venas.
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